Esa Piba es Mi Vecina

Domingo de Jornada de Trabajo. Hoy las y los educadores del Ranchito nos acercamos al barrio para dar una mano y avanzar con la construcción de la Plaza de los pibes y las pibas.

A Lionel (9 años) le pica el bichito de la curiosidad y se acerca hasta donde comienzan los movimientos de pala, arena, cemento y cal. Reclama, entonces, formar parte de las tareas y una educadora le explica que hay algunas de ellas que podrían ser peligrosas. Extrañada por su presencia solitaria, le pregunta dónde están sus hermanas. «Están limpiando» responde seguido de un «¿Te puedo ayudar?». Cuand
o, se le transmite que aquello resulta injusto, y que en su casa necesitaban su ayuda, Lionel se retira, anoticiado de que sólo podría sumarse cuando sus hermanas pudieran.

Pasados algunos minutos, Lionel y sus hermanas, Mía (9) y Brisa (7), se hacen presentes en la plaza y llenas de energía se suman a los y niños y niñas que reclaman su participación en la actividad. Pronto cada niña y niño se sumó a alguna tarea. Pero mientras Lionel cambia de tareas pasando de cebar mate hasta alcanzar herramientas, Mía y Brisa se niegan a largar las palas.

«Trabajaste un montón» le comenta otra educadora a Mía. Mía la mira y le explica «es que yo cuando sea grande quiero trabajar».