“Para caer en el sistema penal el pibe, fundamentalmente, debe ser pobre”

* Entrevista a Horacio Carbone

C.G.

«Para caer en el circuito penal  el pibe debe  ser pobre, debe ser precaria su situación socio afectiva, debe tener un maltrato institucional desde su escolaridad primaria hasta la actualidad cuya única resolución de los conflictos fue la expulsión de los sistemas…con un contexto familiar conflictivo …tal vez encontramos alguna excepción pero fundamentalmente que sea pobre es casi un requisito…..» así lo expresan sin eufemismo  quienes trabajan en la Dirección Nacional de Adolescentes Infractores (DINAI) de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENNAF).

 

A partir del Decreto 873/2016 que plantea el traspaso de estos dispositivos a la CABA, ante la incertidumbre y preocupación por las condiciones de dicho traspaso y también por la falta de debate sobre el encierro como política pública para los pibes -política pública que viene demostrando su fracaso pero que parece profundizarse-, nos encontramos con Horacio Carbone, trabajador de la Residencia Educativa Juana Azurduy que trabaja con adolescentes mujeres alcanzadas por el sistema penal.

H.C.: Lo primero es que queremos aprovechar que esta cuestión nos permitió tener cierta visibilidad y es una buena oportunidad para poner en debate la situación de los pibes… y también la de quienes trabajan en estos dispositivos.

Se trata de Institutos de Menores formalmente llamados Centros Cerrados, Residencias Educativas -de libertad restringida con una estructura de “hogar”-, donde el disciplinamiento judicial es exactamente lo mismo que estar en un instituto cerrado. Un pibe que se va de una de estas casas es como si hubiera saltado un paredón en un centro cerrado. Y está supervisión y monitoreo que son los compañeros que continúan el trabajo con los pibes que siguen en el circuito penal pero en el territorio que serían los programas de articulación posible para evitar la medida que debiera ser de carácter extremo que es  el encierro. La medida la cumpliría en territorio (no hay causa legal porque son menores).

En el instituto el encierre es más definido, no tiene prácticamente salidas, pero sí, en los últimos años, hay un pequeño movimiento que tiene que ver con la salida a un hospital, esto años atrás era impensable. El aparato de seguridad que se utiliza en cada movimiento está más alivianado, los trabajadores ayudan mucho en esto. No hay un protocolo de intervención que determine qué pibes son los que quedan en situación de encierro y cuáles vuelven a su casa porque la madre los pasó a buscar por el Centro de Admisión y Derivación (CAD) o quiénes quedan en una residencia. Esto sigue en manos del poder judicial, lo decide el juzgado.

En cuanto a los trabajadores y trabajadoras hablamos de profesionales de diversas disciplinas. Todos precarios y mal pagos.

¿Qué cambios y qué continuidades trae la nueva gestión?

H.C. En los últimos años la orientación de nuestro trabajo  fue que el régimen cerrado sea la última medida pero esto,  finalmente,  no sucede porque el poder judicial decide con otro criterio.

En estos meses los centros cerrados vuelven a super-poblarse…las residencias no están teniendo prácticamente  derivaciones… supervisión y monitoreo ni hablar. Lo que evaluamos los trabajadores es que hay una nueva libertad de acción para las policías…un tinte mucho más represivo …no son cambios de fondo, las leyes y las instituciones y residencias son las mismas eso no se cambio antes. No hubo cambios en las direcciones en los institutos, los agentes intervinientes son los mismos…no hay nuevos lineamientos …no hay cambios de normativa  pero es más tensa la relación con los policías en los ingresos al CAD. Hay un dejar hacer…

Durante 2008 y 2009 se propuso un cambio de paradigma  orientado a garantizar derechos dentro del contexto de encierro, esto hace que se abra la escuela y en contra turno ofertas culturales y deportivas. Hacia los últimos años de la gestión pasada esto empieza a achicarse. Se cae el convenio con organizaciones que daban talleres. Mermó la oferta y calidad. Siempre fue un esquema tenso porque es la tensión entre dos paradigmas que se superponen.

En educación  lo que nos ofrece Ciudad es complejo porque no está articulada la continuidad en el afuera. El encierro recorta, suspende la vida de los pibes y esto se pone en juego también en cuestiones como la compatibilidad programática con los bachilleratos populares y las escuelas de reingreso que son las que en los territorios nos resuelven, los que logran sentar a nuestros pibes en tanto políticas de inclusión concreta. Las instituciones no están pensadas desde los pibes y se intenta que los pibes se adapten a cada institución.

La verdad es que se intentó fortalecer a los equipos técnicos sobre la lógica de la seguridad pero sin solucionar la precariedad de los trabajadores sumado el de por sí adverso  contexto de encierro…el eje socio educativo se puso en marcha ganamos presencia de los equipos de intervención saliendo del gabinete pero nada de esto  se profundizó. Hoy los equipos están flacos porque hay profesionales con licencias médicas propias de la actividad que hacemos ,  muchos se fueron en busca de mejores condiciones de trabajo. En cambio hubo contrataciones de personal de guardia de seguridad,  que si bien era necesario para achicar la cantidad de horas de una guardia( crisis que se puso de manifiesto en los motines), da cuenta de cuáles  son las prioridades.

En relación a la precariedad en la que trabajan los compañeros no solo es salarial sino que los edificios en los que están los pibes y los trabajadores son precarios.. En todos estos aspectos vemos continuidades. Y es parte de la debilidad estructural que tenemos. Hubo movimientos de dinero en la gestión anterior que hacían pensar en un mejoramiento pero no se modificó las cuestiones de fondo, a lo sumo tenemos algún nuevo aire acondicionado pero no hubo modificaciones profundas.

Claro que en este marco de crisis económica, con ajuste, el  aparato  represivo aparece como una necesidad de estructuración y disciplinamiento  que no es patrimonio del gobierno de turno sino que es una estrategia para tiempos  de ajuste. Y para que un aparato represivo se sostenga hace falta tener lugares de encierro para detener el conflicto. Detener…pausar pero en ningún caso resolver  porque el pibe cuando sale de ahí sigue igual y también siguen igual los trabajadores precarios cuando salen y llegan a sus casas.

Dicen los trabajadores cuando alguien quiere escuchar que …

El encierro no fue la respuesta a la resolución del conflicto del delito. Se toman modelos que son un fracaso desde el inicio.

No resulta que se piensen las políticas públicas como gasto, haciendo ecuaciones entre cantidad de pibes y cantidad de trabajadores y no en relación a la cantidad de estructuras mínimas que se necesitan. Lo que se expresa en el día a día por ejemplo cuando tenemos compañeros con una guardia que tienen que trabajar sábado y domingo y  no tienen contempladas las  reposición que tiene que haber …ese recambio de trabajadores necesario…

La cuestión es que un trabajador bien pago resuelve conflictos, y que un pibe bien atendido y con contención social resuelve conflicto. No es la detención y el encierro, este discurso está agotado.

Este conflicto que se genera con la trasferencia debe permitirnos poner en agenda algo más profundo.  No es sin los trabajadores que esto se resuelve. Están los trabajadores y están los trabajadores padres de nuestros pibes. Creemos que esta coyuntura tan incierta es una  oportunidad para encontrarnos.

¿Cuál es concretamante la situación de lxs trabajadorexs?

En condiciones precarias, se nos propone un pase al Gobierno de la Ciudad,  los compañeros tendrían asegurados dos años de la misma contratación precaria que hoy tenemos haciéndose cargo Nación de los salarios, el traspaso de los edificios solo desde lo formal en las escrituras y la dirección ejecutiva a cargo del GCABA. Después de un plazo de 18 meses de acompañar el traspaso tendríamos la opción de volver a la Secretaría pero a hacer qué… a qué programa nadie sabe.

Se piensa en crear programas para ubicar a los trabajadores…una condena al fracaso un fracaso que  no es otra cosa que el fracaso de las políticas públicas de niñez para los pibes.

En lo cotidiano nosotros articulamos y trabajamos en conjunto más allá de los lineamientos políticos y las jurisdicciones y lo que nos encontramos muchas veces es que el Sistema de Protección de Derechos en muchos territorios es la nada misma. Qué red le armas a un pibe en ese contexto.

Por otro lado y dando cuentan de la orientación del modelo de encierro,  el personal de seguridad tiene condiciones de trabajo muy superiores a la de los equipos socio educativos. Los sueldos para nosotros son bajísimos, uno de los salarios más bajos de todos los estamentos del Estado. Sueldo inicial de $6500 y $7000 y muchos peor los de intervención directa. Hay compañeros que con 17 años de antigüedad no llegan a los $12 mil por  mes. Así la realidad nos plantea la necesidad de tener otro empleo. La rotación es alta porque la verdad las condiciones y el tipo de trabajo son desalentadores.

Los pibxs y el sistema penal

Los pibes son minoría en términos estadísticos. Los pibes no son el norte de los asesinatos, los robos o los secuestros extorsivos….y cuando participan suele ser usados por un adulto. Hemos comprobado que los contextos de encierro no resuelven, por eso bajar la edad punible no es una respuesta al problema del delito. Ni siquiera si se mira exclusivamente  resultados porque han demostrado ya el fracaso.

¿Cuál es el planteo que están haciendo desde los trabajadores que se desempeñan en las áreas comprendidas en el decreto de traspaso?

Qué no podemos organizarnos desde el planteo de defender lo que conseguimos solamente  porque la verdad es que dejamos de facturar pero seguimos con contratos a término y con sueldos muy bajos, con algunas mejoras pero no estructurales. Qué no alcanza mejorar algunas condiciones laborales, no alcanza con una suba de sueldo porque en poco tiempo volvemos al límite que plantea el modelo de encierro y la precariedad de esta política pública.  El debate debe ser de fondo. La única solución es de conjunto, las únicas modificaciones que se han dado fueron cuando se dieron en unidad. Discutir políticas públicas para los pibes desde los laburantes de base que son los que intervienen cada día en el territorio. Ese es el planteo.

 

*Horacio Carbone es profesor de teatro,  trabaja también en áreas de educación y está especializado  en intervenciones pedagógicas en contexto de encierro. Hace 20años que trabaja en la SENNAF. Actualmente integra  el equipo de intervención técnica de la Residencia Educativa  Juana Azurduy que trabaja con mujeres adolescentes en conflicto con la ley penal dependiente de la DINAI.